Le gustaba ver la vida en blanco y negro.

Era increíble, y me costó darme cuenta, que le gustaba ver la vida en blanco y negro, casi tanto, como a mí me gustaba observarla durante horas.
La expliqué mil veces que también existía el gris, que el mayor ejemplo eran sus ojos plomizos. Que a través de ellos se podían ver muchos más colores, pues en ellos se reflejaba todo.

Ella negaba con la cabeza una y otra vez, llevaba años pasando del más sumo desconsuelo a la máxima felicidad. Una vez llegué a pensar que sus ojos habían perdido cualquier otro color que hubieran podido tener por las cientos de veces que era capaz de obligarles a llorar, con cada tristeza, y con cada alegría.

¿Sabes que es lo peor de todo, Nadia? - la dije un día - que lo que más me gusta de ti es eso. Saber qué te emociona sólo con mirarte. Adoro verme reflejado en ellos. Sólo me queda una cosa por saber.. ¿En qué momento dejaste de ver el horizonte de la felicidad? ¿En qué momento cerraste tus ojos y comenzaron a llorar sin descanso? -le agarré su mano suave, frágil - Explícame qué ocurrió.

6 comentarios:

  1. Nadia necesita contar su historia y luego dejar que la ayuden a colorear su mundo =)

    Un muá(h) y un sugu de frambuesa!

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  2. ¿Qué ha hecho llorar a Nadia? Estancarse en el blanco y negro es como quedarse en el pasado... espero que vuelva a sonréir.

    Un beso :)

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  3. Pobre Nadia. Algo muy malo debió pasarle para que sólo pueda ver la vida en blanco y negro con lo bonitos que son el rosa y el azul celeste. Yo se los ensenaría encantada :D

    Un besote :)

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  4. Pobre Nadie, volverá el color a su vida? :)

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