cuéntame todo.

-Cuéntalo tú- dijo dándome un suave toque y sonreí, encandilado, ante sus ojos.
-Qué remedio-respondí, con una sonrisa en los labios. Cuánto valoraba las sonrisas desde hacía tan poco, cualquier otra cosa me parecía mundana, ajena al mundo. Qué suerte poder sonreír hoy sin pensar en el futuro -Sonreír significa vivir el presente, ¿no te lo había dicho? Cuando lo haces es porque te sientes vivo, mi niña, vivo como me siento yo ahora.
-Llorar también-dijiste con esa voz tuya y te agarré.
-Está bien, les contaré la historia-acepté frunciendo los labios-Pero cuando me canse, sigues tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario